Nuestra nueva colección de visillos esenciales toma su nombre del elemento que les rodea: el aire. Su movimiento, el viento, recibe nombres tan variados como la intensidad que los provoca o los lugares donde se desencadenan, en este caso el Mediterráneo. Esta mezcla de elementos libres e invisibles, que podemos sentir en nuestra piel, nos inspira a relacionar nuestros nuevos tejidos con el entorno y personificar en ellos nombres de vientos que traen cambios, que nos hablan de libertad, que limpian, que traen consigo lluvias, semillas o arenas.
Colores naturales. Ligamentos en tafetán. Ligeras espigas o rayas inmersas en la tela. Sutiles variaciones de grosor, todas en doble ancho, preparadas para modular el aire que entrará por nuestras ventanas.